NOTICIAS

VIERNES 6 DE ABRIL 2007

UN MUERTO Y 4 HERIDOS EN UN CHOQUE

Un chico de 14 años murió y cuatro personas resultaron lesionadas cuando el auto en que viajaban fue embestido por un tren mientras cruzaban con las barreras bajas

Un chico de 14 años murió y otras cuatro personas resultaron heridas esta tarde, cuando el automóvil en que viajaban fue embestido por un tren mientras cruzaban un paso a nivel con las barreras bajas, informaron fuentes ferroviarias y policiales.

El hecho ocurrió en el cruce de las vías de la ex Línea Roca, de la empresa Metropolitano, y la calle Florencio Varela.
Los cuatro heridos fueron derivados a los hospitales de Quilmes y Evita Pueblo, precisó un vocero de la policía bonaerense.

Una fuente de Metropolitano detalló que un Renault 12, que "cruzó con las barreras bajas a las 16.30 horas", fue embestido por un tren que se dirigía a Constitución.

El vocero de la empresa aseguró también que desde las 18 el servicio se brindó con normalidad y de acuerdo al cronograma de un feriado.


VIERNES
09 MAR 2007

CRIMEN EN EZPELETA

Mató a golpes a una vecina porque no quiso tener sexo

Un hombre de 30 años fue detenido ayer a la madrugada acusado de matar a una vecina y amiga, aparentemente porque la mujer se negaba a mantener relaciones sexuales con él.


Se trata de un hombre apodado "el Alemán" quien fue arrestado en su casa después de que un grupo de conocidos dijera que había sido el último que había visto con vida a Cristina Sosa (38). Cuando los forenses lo revisaron además le encontraron rasguños en la cara y en el pecho.

Todo comenzó el miércoles alrededor de las 4 de la mañana cuando en Santa Fe y Emilio Zola estaban reunidos —como era habitual— un grupo de amigos tomando algo y charlando. Cerca estaba Sosa, quien hablaba con un hombre dentro de un auto.

La actitud de la mujer habría provocado los celos de "el Alemán". Por eso cuando el hombre del auto se fue, encaró delante de todos a la chica y la invitó a salir con él. La mujer se negó varias veces y entonces él la tomó de un brazo y la llevó hasta un terreno cercano en el que hay una casa abandonada que está en venta.

El hombre habría intentado allí abusar de Sosa pero ante la resistencia de la mujer, empezó a pegarle. Los golpes que le dio el hombre —aseguran que mide aproximadamente un metro noventa y es muy fornido— terminaron siendo mortales para la chica: le fracturó el cráneo y la mandíbula.

Sosa quedó tirada en la casa abandonada y aparentemente nadie del grupo se dio cuenta de lo que había pasado. Recién a las 9 de la mañana, un vecino llamó al 911 de la Policía cuando vio el cuerpo de la mujer.

"Como los dos se conocían y solían hablar, el resto de los jóvenes dijo que jamás sospechó que algo grave pasaba cuando escucharon, en principio, algunas discusiones. Todos se conocían porque eran del barrio y vivían a pocas cuadras unos de otros", comentó a Clarín el capitán Eduardo Codina, de la comisaría 6ª de Quilmes.

Cuando la policía pudo reconstruir el caso, hizo un allanamiento en la Torre 3 del barrio y ahí detuvo al sospechoso.


PASO BAJO NIVEL




PROYECCION. Así quedará el paso bajo nivel. Estiman 8 o 9 meses de obra

Es en el cruce de la calle La Guarda, atravesado diariamente por unos 22 mil autos.

Sus vías son atravesadas diariamente por unos 22 mil autos. El tren del ferrocarril Roca tiene un servicio cada 15 minutos. La ecuación es simple: cada vez que se baja la barrera, se arman largas colas y el tránsito en la zona amenaza con convertirse en caótico.

El Gobierno provincial le encargó a Vialidad un mapa de puntos conflictivos en lo referente a cruce de vías. Y el ubicado en la calle La Guarda que conecta la parte este y oeste de Ezpeleta,terminó marcado en rojo. Aseguran los vecinos de la zona que el reclamo por un paso bajo nivel había arrancado en 1980.

La obra, adjudicada en licitación a la empresa Fontana Nicastro, costará unos $ 7 millones, arranca en la primera quincena de junio y estará lista en un plazo estimado de entre 8 y 9 meses.

"Va a permitir una mayor fluidez de tránsito en la zona porque se estará absorbiendo todo el tráfico de Centenario y San Martín", explicó el ingeniero Arcángel Curto, administrador de Vialidad en la Provincia. "Será de doble mano y con pavimento de hormigón. Se construirá paralelo a las vías para no invadir propiedad privada", agregó el funcionario.

El paso bajo a nivel, de 4,20 metros de ancho y 3,20 de altura, contará con parquización, pasarela peatonal, escaleras y barandas de seguridad. Se realizarán también obras hidráulicas en sumideros y cámaras de bombeo.

Tmabien se sabe del descontento de algunos vecinos cercanos a la zona, por la obra proyectada.



MARTES 17 OCT 2006

ALUMNOS DE UNA ESCUELA DE EZPELETA TUVIERON SINTOMAS DE INTOXICACION


Sucedió en la EGB 44 de esa localidad bonaerense, donde varios estudiantes tuvieron problemas respiratorios. Investigan si respiraron restos de un insecticida utilizado en la desinfección del colegio, realizada el viernes pasado.

Alumnos de una escuela de la localidad bonaerense de Ezpeleta tuvieron que ser asistidos esta mañana por presentar síntomas de intoxicación, informaron fuentes de Defensa Civil bonaerense.

El hecho se registró en la EGB número 44 de Ezpeleta, que está ubicada en las calles Asunción y Panamá. Esta mañana, un grupo de chicos que asiste a ese establecimiento tuvo problemas respiratorios, por lo que las autoridades llamaron a un equipo médico del municipio para que los atendiera.

Asimismo, personal de Defensa Civil ordenó la evacuación del edificio. Fuentes de ese organismo explicaron que se está investigando si los estudiantes se intoxicaron al respirar algún insecticida que pudo haber quedado concentrado en el aire después de la desinfección que el viernes pasado se hizo en el lugar.


SABADO 4 DE DICIEMBRE DE 2004

LA ASESINO A GOLPES


Tres mujeres fueron asesinadas por sus parejas. Ocurrió en la Capital, en La Plata y en Quilmes. En los dos primeros casos los que dispararon fueron policías.


Otro caso de violencia familiar que se sumó a las tragedias ocurridas ayer, ocurrió en la localidad bonaerense de Ezpeleta, partido de Quilmes. En ese lugar, un enfermero de 37 años fue detenido, acusado de haber asesinado a golpes a su mujer, que tenía 56.

La víctima fue identificada por la Policía como Rosa Ramona Santillán, a quien encontraron muerta en su casa de Venezuela al 900 de esa localidad del sudoeste del conurbano.

El hallazgo lo hizo personal de un servicio de medicina de emergencia, que llamó a la Policía.

Según fuentes de la comisaría 6ª de Quilmes, la mujer había sido golpeada de una manera brutal. Fue en medio de una discusión que oyeron los vecinos, quienes llamaron a los médicos. Luego detuvieron al enfermero.

MARTES 2 DE DICIEMBRE DE 2004

VECINO ILUSTRE

Es integrante de la barrabrava de boca

"El Oso" Pereyra

Nació el 12 de noviembre de 1968, vive en Ezpeleta y fue empleado en la Municipalidad de Quilmes. Integra el sector de la barra proveniente de Lomas de Zamora, que encabezaba el fallecido Miguel Cedrón, quien falleció en un enfrentamiento en Mar del Plata en enero de 2000.


MARTES 11 DE NOVIEMBRE DE 2003

ACCIDENTE EN LAS VIAS DEL TREN

El hecho ocurrió a las 6.18, entre las estaciones Ezpeleta y Berazategui. Fuentes de Transportes Metropolitano Roca, la empresa concesionaria de la ex Línea Roca, dijeron a Clarín que el incidente ocurrió en el ramal que une la estación Constitución con La Plata.

"No hay manera de evitar estos hechos", reconoció un vocero de la empresa. Según explicó, cuando el maquinista observa que una persona se tira sobre la vía, sólo le queda tocar la bocina y accionar el freno de emergencia.

"El tren recién se detiene por completo 150 metros después de accionado el freno, ante la desesperación del conductor", agregó.

Si bien no trascendió la identidad de la víctima, se supo que era un hombre de unos 45 años. El tren, que venía desde La Plata, estuvo detenido hasta las 8.20. Recién pudo ser movido una vez que los bomberos retiraron el cadáver y que la fiscalía de turno inició las actuaciones.

El servicio se normalizó cerca de las 9. Unos 20 trenes debieron ser demorados, 14 fueron cancelados y 3, suspendidos.


SABADO 8 DE NOVIEMBRE DE 2003

SUBESTACION DE ENERGIA SOBRAL

Con argumentos que hilvanan cuestiones vinculadas al derecho constitucional de los ciudadanos a la salud y a un medio ambiente sano, la Cámara Federal de Apelaciones ratificó una medida cautelar que había dispuesto a mediados de julio contra la empresa Edesur, en la cual determinaba que debía suspender la obra de cableado de una subestación transformadora de energía ubicada en el partido de Quilmes, al sur del conurbano. La decisión había sido apelada por la compañía y por el Ente Regulador de Energía Eléctrica (ENRE), pero su pedido fue rechazado por la Justicia.

La sentencia —firmada el 28 de octubre— involucra a la Subestación Transformadora Sobral y señala que la decisión fue tomada con fines "preventivos" por el "eventual perjuicio" que puedan causar "los campos electromagnéticos derivados de la misma y de las líneas de alta tensión al medio ambiente y, principalmente, a la calidad de vida de los habitantes". El fallo dispone además que, en adelante, la "empresa concesionaria deberá informar sobre la utilización o no de PCB" y, en caso de que sí lo haga, "indicar en qué medida".

De todos modos, lo más llamativo de la decisión judicial es que "ordena al juez de primera instancia que ejerza el mismo control" sobre el resto de las subestaciones transformadoras de la empresa, y que solicite los informes correspondientes.

Pide que sean investigadas las subestaciones que se encuentran en Avellaneda, Berazategui, Berisso, Coronel Brandsen, Ensenada, Florencio Varela, General Paz, La Plata, Magdalena, Punta Indio, Monte, Quilmes, Lomas de Zamora, General Las Heras, Esteban Echeverría, Ezeiza, Almirante Brown, Lobos, San Vicente, Presidente Perón, Cañuelas, Carlos Casares, Lanús, Chacabuco, Salto, Rojas, General Arenales, Junín, Leandro N. Alem, Lincoln, General Viamonte, 9 de Julio, Gral. Pinto, Gral. Villegas, Carlos Tejedor, Pehuajó, Trenque Lauquen, Pellegrini, Salliqueló, Hipólito Yrigoyen, Florentino Ameghino y Tres Lomas.

Al ser consultadas por Clarín, fuentes de Edesur dijeron que "cumplen con todas las normas y reglamentaciones vigentes al día de hoy en la Argentina".

La decisión judicial fue festejada por la Asociación Coordinadora de Usuarios, Consumidores y Contribuyentes, integrada por vecinos de Ezpeleta. Hace ocho años que ellos denuncian que "esta subestación ha causado decenas de muertes por cáncer entre los vecinos".

"En octubre del año pasado pedimos a la Justicia que se suspenda el cableado y se traslade la subestación a un lugar menos poblado. En julio logramos que la Cámara ordene en forma cautelar la detención de la obra, pero la empresa y el ENRE apelaron la medida. Ahora el cableado ya está terminado y no tenemos respuesta sobre el traslado, pero lo importante es que la Cámara rechazó el pedido de Edesur y ordenó que se investigue el tema de la contaminación electromagnética. Es un paso importantísimo", dijo a Clarín Alejandra Butti, una de las abogadas que, junto a los doctores Osvaldo Sidoli y Pablo Fernández, patrocinan gratuitamente a la Asociación.

LUNES 15 DE DICIEMBRE 2003

ASALTO A EX POLICIA

El director general de Inspecciones del municipio de Quilmes y ex policía de la Bonaerense, Carlos Cardozo, de 64 años, fue asaltado y golpeado ayer en Ezpeleta por dos ladrones que le robaron el auto, en cuyo baúl guardaba actas de clausura de boliches bailables de la zona.



VIERNES 25 DE JULIO DE 2003

RIESGO POR ONDAS ELECTROMAGNETICAS

Uno de los desafíos más complejos de las sociedades modernas es armonizar el crecimiento con la defensa de la salud y el medio ambiente. En ese marco se inscribe la disputa entre los vecinos de la localidad bonaerense de Ezpeleta y la empresa Edesur, por la existencia de una subestación eléctrica que estaría afectando la salud de la población aledaña.

Un fallo de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata le ordenó a Edesur suspender el tendido de cables de alta tensión que estaba llevando a cabo desde la Subestación Sobral, en el partido de Quilmes. Asimismo, les exigió a la empresa y al Ente Regulador (ENRE) que tomen medidas para proteger a los residentes de los efectos potencialmente nocivos de esos cables.

El conflicto se remonta a ocho años atrás, cuando los vecinos advirtieron un aumento de los enfermos de cáncer en el barrio y lo relacionaron con una planta transformadora de Edesur. Aunque se la estudia desde hace años, la relación entre las ondas electromagnéticas que emanan de los cables de electricidad aéreos y subterráneos y el cáncer no está probada. Hay documentación científica que sostiene que los campos electromagnéticos tienen efectos adversos sobre la salud, y otra que no le atribuye importancia. De todos modos, se admite que cualquier situación de estrés físico-químico puede afectar negativamente la salud, por lo cual lo central es identificar la dosis que produce dicho efecto en los seres humanos. Para ello, señalan los especialistas, es preciso realizar análisis de riesgo para cada situación en particular.

La empresa Edesur, por su parte, asegura que cumple con las prescripciones establecidas.

Lo novedoso del fallo reside en que hace prevalecer los derechos de la gente sobre la falta de pruebas científicas. Así, se alega que "la falta de certeza científica no puede utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces para impedir la degradación del ambiente cuando haya peligro de un daño".

En el caso de los campos electromagnéticos, la cuestión a dilucidar es si son o no la causa de los problemas que afectan a las personas de Ezpeleta. Para tomar decisiones correctas es imprescindible contar con la información apropiada e indubitable. El análisis de riesgo contribuirá a que se utilicen los recursos en forma racional, permitiendo el desarrollo de la infraestructura y, al mismo tiempo, evitar daños para la salud pública.

JUEVES 17 DE JULIO DE 2003

UN FALLO OBLIGA A DETENER LA OBRA DE UN CABLEADO DE ALTA TENSION


Según los vecinos , el campo magnético que genera la planta de Edesur habría causado 84 muertos, pero la relación entre esas emisiones energéticas y el cáncer aún no está probada.


Silvina Heguy
Entendieron el mapa. Entendieron las cruces", dice Alejandra Buti, una de las abogadas de los vecinos de Ezpeleta. El mapa son las manzanas que rodean la Subestación Sobral de Edesur, en el partido de Quilmes. Las cruces rojas son los muertos: 84. Las verdes, los enfermos: 112. Los que "entendieron" fueron los miembros de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata que, en un último fallo, obliga a detener la obra del cableado y le exige a la empresa y al Ente Regulador de Energía Eléctrica (ENRE) a tomar medidas para "proteger a los residentes de los efectos potencialmente nocivos de los cables de alta tensión".

"Si fuera un partido de fútbol, este fallo se podría comparar con haber ganado el primer tiempo. Falta ganar el partido, que es que trasladen la subestación a un lugar en el que no viva nadie cerca", explica Julio Sobrino, presidente de la Asociación Coordinadora de Usuarios.

El "partido" es para los vecinos una batalla que ya tiene 8 años y el objetivo es la subestación de energía eléctrica que ocupa la esquina de Padre Bruzzone y Río Salado. Una planta transformadora de media tensión a baja —recibe 132 kv y distribuye 220 voltios— y que junto a las plantas de Dock Sud y Don Bosco integra la red eléctrica que abastece los municipios de Avellaneda y Quilmes.

Para los vecinos, el alerta llegó al barrio después de que instalaran la subestación en el terreno destinado para una plaza. Fue en 1978. Al poco tiempo de ser privatizada la red eléctrica, la actividad de la planta aumentó. Y empezaron a aparecer los enfermos de cáncer en el barrio. "Como una epidemia", se acuerda Angélica Boncosqui. Y la causa para ellos es el campo magnético que genera la planta.

Pero la relación entre estas emisiones energéticas y el cáncer no está probada, aunque se la estudia desde hace años. Lo novedoso es que en su fallo, la Cámara hace prevalecer los derechos de la gente frente a la falta de pruebas científicas. "La falta de certeza científica no puede utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces para impedir la degradación del ambiente cuando haya peligro de un daño".

Además, los camaristas aclaran que "la exposición a campos electromagnéticos, aun a niveles inferiores a los permitidos, no es óbice para eximir de responsabilidad a la empresa prestataria por daños que puedan sufrir, en este caso los vecinos de Ezpeleta, ni tampoco para deslindar responsabilidades del ENRE por el poder de policía ejercido defectuosamente".

"Nos cansamos de pedir y hablar con la empresa y el ENRE", dice Gladys Solioz, que vive en una casa vecina a la subestación. Durante el fin de semana recibió varias cartas documento del ente regulador. "Ahora quieren venir a medir los niveles de ruidos de la subestación, pero a nosotros lo que nos interesa es que no se enferme nadie más. Que nadie más se muera".

Hace 15 días, un vecino de 51 años murió de cáncer de pulmón. "Después de que en marzo se publicó en el diario el problema, hubo más vecinos que se acercaron para contarnos que estaban enfermos de cáncer". Y fueron más los casos que aparecieron anotados en el mapa que desde hace años confecciona un grupo de vecinos.

"Nosotros somos las cruces verdes y no queremos ser las rojas", aclara Mirta Penela, de 39 años, mientras camina por la calle que tiene como techo los cables de alta tensión.

Ahora, la resolución que dio lugar a la medida cautelar que había sido rechazada en la primera instancia le da a la empresa 15 días para que proponga las medidas necesarias que impidan la contaminación ambiental.

"Estamos esperando el traslado definitivo", insiste Gladys. "Con esto estamos contentos. Pero, a la vez, tristes porque hay muchos que no están, que no pueden festejar".


LUNES 28 DE ABRIL DE 2003

ASESINAN A UN HOMBRE

Un hombre de 55 años fue asesinado a balazos y su hijo de 30 resultó herido cuando dos ladrones asaltaron su casa de Ezpeleta, partido de Quilmes. Por el hecho —ocurrió el sábado a la noche— fue detenida la mucama de la familia, sospechada de haber actuado como entregadora. La víctima fue identificada como Benito Mareño.


SABADO 22 DE MARZO DE 2003

TRES VECINAS LA MISMA LUCHA

Sabrina, Mirta y Nené están convencidas de que van a salir adelante. Dicen que no van a bajar los brazos: la pelea que tienen por delante no es nada fácil. Pero son mujeres fuertes, que se sostienen en el amor de sus familias y en su propia convicción de curarse. Las tres tienen cáncer. Las tres viven a metros de la subestación Sobral, en Ezpeleta.

Ellas se conocían del barrio, pero no eran amigas. Son de distintas generaciones y cada una tiene su familia y su vocación. Pero el cáncer empezó a expandirse en la zona donde viven como la peor de las plagas. Entonces, se unieron y se sumaron a un grupo de vecinos con los mismos problemas.

Ellas dicen que tienen que enfrentar al poder económico de una gran empresa como Edesur; a las falsas promesas de concejales corruptos; a la indiferencia del municipio de Quilmes; y a las intimidaciones de hombres desconocidos que vigilan cada uno de sus movimientos. Y mientras tanto, deben seguir con sus tratamientos médicos y sus vidas.

Sabrina Basualdo tiene 21 años. Trabaja como telemarketer en una empresa de Capital y vive con su mamá y su hermano a 30 metros de la subestación. Su abuela, que vivió en la misma casa, murió de cáncer de estómago unos años atrás. Y como no era un caso aislado en el barrio, cuando en octubre de 1996 a Sabrina le salieron unas manchas violetas en las piernas, fue sin dudarlo al Hospital de Quilmes. Después de una serie de estudios, le diagnosticaron "leucemia linfoblástica aguda".

"Cumplí el tratamiento al pie de la letra", dice, mientras se acomoda su cabello rojizo detrás de la oreja. Un año después parecía que su lucha contra la leucemia había terminado, pero empezó a sentir dolores en las piernas. El corticoide que le habían recetado para combatir la leucemia la ayudó en parte, pero le produjo "necrosis aséptica de cabeza de fémur". "Es como que el hueso se muere lentamente", explica Sabrina.

Desde entonces, la operaron cuatro veces y le implantaron una prótesis de titanio. Tuvo que dejar el colegio, aunque después lo terminó dando materias libres. A su viaje de egresados fue con muletas y, según dice, "los mejores años de la adolescencia los pasé en hospitales".

Mirta Penela tiene 38 años y es docente desocupada. Vive con su marido y sus tres hijos (de 10, 7 y 4 años) a 300 metros de la subestación. Tiene cáncer de mama. El verano pasado se encontró un bulto en el pecho y fue a ver a un médico. Después de varios estudios, el 15 de abril del año pasado la operaron y le sacaron un tumor cancerígeno. Pero los médicos le dijeron que debían operar de nuevo porque había quedado tejido infectado. Dos semanas después le hicieron un vaciamiento axilar.

Entonces, Mirta empezó con quimioterapia oral y rayos X. Pero los médicos le dijeron que para el tratamiento fuera efectivo le iban a tener que sacar los ovarios. El 29 de setiembre del 2002 volvió al quirófano. "Económicamente esto nos afectó bastante, pero más nos perjudicó emocionalmente. Vivimos pendientes de la enfermedad", cuenta Mirta. "Mi mayor miedo es que les pase algo a mis hijos", agrega con los ojos llorosos.

En el barrio, a Angélica Boncosqui (53) todos la llaman Nené. Vive desde hace 25 años junto con su marido y su hija a 30 metros de la subestación Sobral. Ella es ama de casa y él, operario de una empresa privada. Nené también tiene cáncer de mama. El cableado de la subestación pasa por arriba y por abajo de su casa. Con bronca, explica que vive "en el medio de un sándwich de radiación".

Tiene cáncer desde hace siete años. La operaron varias veces: le sacaron el pecho derecho y le hicieron vaciamiento axilar. Por eso, tiene serios problemas de movilidad en su brazo derecho. "Me siento inútil, a media máquina", dice Nené. "Lo mío por ahora está estable, pero mi mayor miedo (al igual que Mirta) es que le pase algo a mi hija. Por eso ella está con tratamiento preventivo y psicológico", agrega.

Todas vivieron gran parte de sus vidas allí. Sólo quieren que trasladen la subestación a un sitio descampado para que "deje de morirse gente".


SABADO 22 DE MARZO DE 2003

DEBEN PROBAR QUE NO CAUSA CANCER UNA ESTACION ELECTRICA

Edesur y el Ente Regulador de Energía fueron citados por la Justicia. En las 4 manzanas que rodean a la subestación hay 40 personas enfermas de cáncer. Y los vecinos no creen que sea casualidad.


Silvina Heguy y Martín Sassone
La señora de esta casa tiene cáncer. En la de enfrente dos murieron después de sufrir la agonía de un tumor en el estómago. Al lado, hay un caso de leucemia. El señor que vivía en esta casa —con el jardín adelante— murió de cáncer de piel. Justo en frente, en el terreno de la parra, murieron dos: uno con cáncer de estómago y otro, de huesos. La cuadra de la calle Río Salado, en Ezpeleta (partido de Quilmes), tiene una casa pegada a la otra, todas marcadas por el cáncer.

Esa cuadra no es la única con las marcas de lo que parece una epidemia de una enfermedad que no es contagiosa. A partir de la otra esquina —cruzando la calle La Guarda— repite en la misma abrumadora secuencia.

Con sus historias a cuestas, los vecinos llevan años reclamando una respuesta. Ahora, la Sala 2 de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata dio lugar a la demanda presentada por sus abogados y que había sido rechazada por un juzgado de 1ª instancia. El lunes o el martes próximo —estimaron fuentes judiciales— Edesur y el Ente Regulador de Energía (ENRE) recibirían citaciones para que, en 5 días y frente a un juez, aporten datos que muestren que la subestación que está en el centro del barrio no genera daños a la gente que vive a su alrededor.

El recuento casero de los vecinos abarcó cuatro manzanas del barrio de casas bajas y jardines cuidados, que sería como cualquier otro de clase media si no fuera porque el cáncer es un tema tan presente como las torres de cemento gigantes y los cables de alta tensión.

"¿Cómo te fue en la quimio?", pregunta una vecina que se cruza con otra camino a la panadería. Una de ellas es "Nené", una mujer de 53 años que vive sobre la calle Padre Bruzzone, y que dice tener "medio cuerpo muerto": cuando le sacaron la glándula mamaria la vaciaron hasta el hueso.

"Es muy difícil vivir aquí y olvidarse de que se está enfermo", dice Nené. Ese mismo día, a las ocho y media de la mañana, Marta —una vecina y amiga de toda la vida de Nené— fue hasta su casa. Lloraba. Su papá, que vive en la esquina, tiene el cáncer demasiado avanzado y está internado en terapia intensiva.

Casi dos horas después, la mujer está sentada a la mesa del comedor de Gladys Solioz, a media cuadra de su casa y pegada a la Subestación Sobral, de la empresa Edesur. La gaseosa fría, que deja una estela de gotas sobre la madera, ayuda a aguantar el calor. El sol se refleja fuerte sobre los paneles de metal que intentan tapar el ruido constante de los generadores eléctricos que vienen del terreno vecino.

Alguien toca el timbre. También llora. Es otra de las vecinas. Su marido tiene cáncer de colon y también está mal. "En el último año contamos siete casos nuevos", dice Gladys. "El más preocupante es el de una nena de 14 años con cáncer de pecho. Vive acá, a dos cuadras".

En el paredón de esa esquina —la de la subestación eléctrica— había una pintada: Cáncer=Muerte que desapareció después de que la fotógrafa de Clarín lo sacó como fondo del retrato de María Velázquez, una ama de casa de 51 años y que, desde hace 40 años, vive en el barrio.

Ella tuvo un tumor que le detectaron a tiempo, pero ahora es su hija la que tiene un quiste en la rodilla. Cinco de sus familiares —entre los que está su sobrino de 5 años— murieron de distintos tipos de cáncer en los últimos años. Todos vivían en estas cuatro manzanas. "Ninguno de mis parientes que viven en otros lugares desarrollaron esta enfermedad", dice.

Como María, muchos en el barrio, suponen lo que estaba pintado en la pared. Que el cáncer es igual a muerte y que hay una causa concreta para "esta supuesta casualidad que nos hace andar a todos los vecinos llorando por lo mismo".

Sus sospechas están relacionadas con las ondas electromagnéticas que emanan los cables de electricidad que cubren el cielo y que también van por debajo de la tierra. O con algo que tiene la subestación.

Tratar de determinar si esto es verdad o no es una lucha que ya lleva ocho años, 38 muertes, 40 personas enfermas de cáncer

y presentaciones que ya forman una carpeta del tamaño de una guía telefónica.

En el centro de la discusión están los estudios internacionales. "No está demostrado que los campos electromagnéticos produzcan efectos sobre la salud", explica Elena Matos, investigadora del Instituto de Oncología Angel Roffo. "Tal ha sido la evaluación de numerosos estudios que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ubica a los campos electromagnéticos y al café en el mismo grupo en cuanto a sospechosos de producir cáncer", sostiene.

También las estadísticas o la falta de ellas ayudan a que este problema sea una discusión de nunca acabar. En el país no hay cifras sobre la cantidad de enfermos de cáncer por región. Sólo existe un Registro Poblacional de Tumores en dos lugares: Concordia, Entre Ríos, y Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires. Por eso saber si es alto o no el número de casos en estos años no es posible.

"Nosotros hasta nos ofrecimos como conejitos de Indias", dice Gladys. "Pedimos que saquen la subestación. Pero antes le dijimos a Edesur que, en vez de gastar en publicidad, encarguen estudios para determinar si esto nos está matando".

Además de creer que las ondas los están matando, las acusaciones entre vecinos y la empresa son interminables. "Dicen que queremos dinero, pero no es así. No nos queremos ir de nuestras casas", aclara Gladys que construyó la suya —hace 12 años— cuando la subestación era de Segba y cuenta que en la Municipalidad de Quilmes le aseguraron que no había peligro.

Pero en 1997, después de la privatización, la subestación no sólo volvió a funcionar sino que creció. Hubo tendidos de cables y una línea nueva que se extendió hacia Dock Sud. La nueva etapa la puso a Gladys y a su familia en lo que ella llama "peligro permanente". Cada tanto hay explosiones en la subestación que hacen temblar la casa de Gladys.

Entonces frente al peligro, la pregunta es recurrente: ¿por qué no se van? Quien contesta es Nené. Dice que es porque ellos llegaron primero. Fue en 1977. Además con los carteles de venta que se repiten en estas cuadras y los precios bajos a los que se cotizan las propiedades en el barrio, saben que no va a poder vender y comprar una casa como la que construyeron con esfuerzo. Y, como el resto de los vecinos, asegura que. si ellos se van, quienes lleguen al barrio en su lugar van a tener el mismo problema.


SABADO 22 DE MARZO DE 2003

PARA EDESUR, TODO ESTA EN REGLA

Respecto de la subestación Sobral, Edesur explicó que "internacionalmente se admite como valores máximos de referencia de los campos electromagnéticos los propuestos por la Comisión Internacional de Protección contra Radiaciones No Ionizantes, que son los aceptados por la Organización Mundial de la Salud. El valor máximo al que se puede exponer al público es de 100 microteslas". En Argentina, la Secretaría de Energía estableció un límite de 25 microteslas, valor 4 veces más exigente que el internacional. "A pedido de algunos vecinos de la subestación —explican en Edesur—, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) solicitó al laboratorio de Alta Tensión de la Universidad de La Plata la medición de los campos electromagnéticos del lugar. Recientemente, Edesur pidió otra medición". Los resultados "estuvieron por debajo de las 6 microteslas. O sea que el valor máximo medido es un 76% menor al establecido por la ley argentina y 94% inferior al internacional".

Para Walter Di Giuseppe, abogado de los vecinos de Ezpeleta, "Edesur todavía no puede demostrar que no haya algo en la subestación que genere problemas de salud". El abogado pretende revertir el principio que dice que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. "En el caso de la salud y cuando está en juego la vida humana debería ser al revés", sostiene.

El pedido de traslado —a cargo de la Coordinadora de Usuarios, Consumidores y Contribuyentes— llegó en 2002 al Congreso. De ese contacto surgió un proyecto de ley que prohíbe el tendido aéreo de líneas de media y alta tensión en zonas habitadas y un proyecto de resolución que exige el traslado de la subestación Sobral.





12 DE AGOSTO DE 2002

DIEGO PERALTA. El 5 de julio, cuando iba en remís hacia su colegio, en El Jagüel, fue secuestrado por al menos cinco hombres que iban en dos autos. La banda primero pidió 200.000 dólares. Pero la familia no contaba con ese dinero. Por eso, quince días después del secuestro, el padre del chico pagó 9.000 pesos y 2.000 dólares. Los Peralta nunca recibieron una prueba de vida por parte de los secuestradores. Después se supo que fue porque la banda mató a Diego, de 17 años, pocos días después del secuestro. Su cuerpo fue encontrado el 12 de agosto en una tosquera de Ezpeleta.


11 DE AGOSTO DE 2002
ABUELO EZPELETENSE

"Hay mucho por hacer", dice Emilio Silva, director de la ARMH a Clarín. "Grabar los testimonios de las personas que vivieron la Segunda República y la Guerra Civil y devolverles la dignidad a las familias de los desaparecidos que, durante años, se han visto obligadas a vivir como si fueran culpables de algo", detalla.

Silva le acaba de entregar a la ONU las fichas de 65 desaparecidos españoles. "Son los primeros, y el caso se va a abrir en el plenario sobre desapariciones forzosas de Nueva York, el 19 de este mes". Detrás de esto hay un reclamo: según una declaración de la ONU de 1992, los estados no sólo deben evitar y prevenir las desapariciones forzadas sino que, co mo se trata de un delito que no prescribe, están obligados a investigarlas e indemnizar a los familiares.

Silva le contó a Clarín que su abuelo vivió en los años 20 en Buenos Aires, en Ezpeleta. La causa de los desaparecidos parece no tener fronteras, tal vez es por eso que en las últimas excavaciones trabajaron brigadistas de todo el mundo.

Es natural preguntarse por qué tardó tanto España en saldar las deudas con sus muertos. Silva tiene una respuesta: "Aquí la transición se hizo con un cartel que decía ''No tocar''. La ley de amnistía del 77 se vendió como una ley que beneficiaba a los presos políticos de izquierda, cuando los verdaderos beneficiados eran los dirigentes del franquismo. Queda mucha verdad por descubrir".

Todo tiene su tiempo. Silva cuenta que la frase que más se escucha durante los trabajos de apertura de una fosa es "Ya era hora".


31 DE OCTUBRE DE 2001

DESTROZOS EN BARRIOS BAJOS POR LA LLUVIA

La sudestada anegó también amplias zonas de San Francisco Solano, en Quilmes. La imagen de vecinos que arrastran muebles, colchones y ropa en medio de la crecida es casi un clásico de las zonas bajas de Quilmes, cuando llueve más de 70 milímetros en pocas horas. Esto ocurrió entre el domingo y ayer. Por eso, el municipio tuvo que asistir y trasladar a 200 familias a entidades de fomento, escuelas y clubes de Solano, Bernal y Ezpeleta.

23 DE MAYO DE 2001

CREEN QUE MATARON A UNA MUJER Y SU BEBE POR SER BOLIVIANOS

Viajaba en un tren del ex ferrocarril Roca

  • Antes de llegar a la estación Avellaneda, rozó sin querer a un pasajero, que la insultó por ser boliviana
  • Otros también la agredieron
  • Y sospechan que la tiraron del tren

  • La mujer subió al tren con varias bolsas en un brazo y su bebé en el otro. De pronto se vio envuelta en una discusión: un hombre al que sin querer rozó con una bolsa la empezó a insultar. El hecho no terminó ahí: alguien, a quien todavía no pudo identificarse, la habría empujado del vagón a ella —boliviana— y a su nene. Murieron los dos.


    Los cadáveres aparecieron junto a las vías del ex Ferrocarril Roca antes de llegar a la estación Avellaneda, al sur del Gran Buenos Aires. Fue el 10 de enero pasado, aunque se supo recién ayer. La mujer llevaba a su hijo al Hospital Fiorito.

    El hecho ahora es investigado por un fiscal provincial, que cree que podría tratarse de un homicidio calificado por odio racial. Fuentes judiciales dijeron a Clarín que por el momento la causa está caratulada como "averiguación de causales de muerte", pero que se esperan testimonios que cambien el rumbo del caso.

    Un solo testigo del hecho se presentó ante el fiscal de Instrucción Andrés Devoto: fue el que relató cómo el presunto asesino maltrató a la mujer y después la tiró a las vías. El esposo de la víctima, también boliviano, pegó cientos de carteles en las estaciones de tren pidiendo colaboración (ver Piden la ayuda...).

    La mujer se llamaba Marcelina Meneses y tenía 30 años. El bebé, Alejandro Josua Torres, había nacido hacía apenas 20 meses. El día de la tragedia, un miércoles a las 9 de la mañana, iban al hospital con el propósito de que un médico la revisara a ella y a la criatura por una alergia.

    Casada con el albañil Froilán Torres, un año mayor que ella, Meneses vivía en la localidad de Ezpeleta. Trabajaba como repositora en un supermercado. La familia había llegado a la Argentina hacía cinco años. La pareja también tiene un hijo de 3 años.

    Habían hecho la combinación de los trenes de Ferrocarriles Metropolitanos en la estación Témperley. El incidente se produjo poco más adelante, cuando la mujer quiso bajar y chocó sin intención al pasajero: "Boliviana de mierda, ¿no mirás cuando caminás?", la habría insultado. También la habría agredido con otras frases.

    Entonces empezó una discusión entre las demás personas que estaban en el tren. Algunos se pusieron del lado de la mujer, como el hombre que declaró ante el fiscal Devoto, que también reclamó que nadie le hubiera dado el asiento a la mujer. Pero otros pasajeros, de acuerdo a ese mismo testimonio, enfrentaron a Meneses agregando otras consignas xenófobas del mismo estilo. Otros tantos ni intervinieron.

    A todo esto, la mujer seguía con las bolsas y el bebito en brazos, sin animarse a reaccionar. En el expediente consta que un grupo de empleados de la empresa de trenes, ubicados cerca de la puerta donde empezó la discusión, estaban entre los que se sumaron a los insultos. Sin embargo, fuentes de la fiscalía informaron a Clarín que ninguno de esos operarios fue citado todavía a declarar.

    "Otra vez los bolivianos haciendo quilombo... Yo me voy a la mierda", habría comentado el propio guarda del tren, siempre según lo que el testigo del caso le contó al fiscal Devoto.

    Lo peor se produjo cuando el tren llegó a un curvón. La madre y su nene seguían a la altura de esa puerta, que habría estado abierta. El testigo dejó de prestarle atención a la situación, pero inmediatamente escuchó una frase terrible: "¿Qué hiciste? ¡La empujaste, hijo de puta!". Se lo habría gritado un operario al otro. Meneses y el bebé ya no estaban en el vagón.

    Después llegaron a Avellaneda y la gente bajó en la estación, como si nada. Los cuerpos aparecieron al mediodía.

    Aunque es la hipótesis más firme, hasta ahora el fiscal no tiene formalmente decidido que la causa se investigue como un homicidio. Si Devoto llegara a esta conclusión, se trataría del delito de homicidio calificado, penado con prisión perpetua. Por estar de por medio la ley antidiscriminatoria, el caso tendría que pasar a la Justicia federal.





    5 DE ENERO DE 2001
    Murió Héctor Augusto Sepp

    A los 72 años murió Héctor Augusto Sepp, después de cuatro décadas de trabajo en el área de compras de Clarín, donde llegó a ser jefe de sección.

    Casado, dos hijos, Sepp nació en Avellaneda en 1928. Venía de una familia de inmigrantes europeos de Estonia. Luego de estudiar contabilidad, trabajó en la Compañía Minera Aguilar y en la fundición de estaño National Lead.

    Sepp entró a Clarín en 1961. Amaba el ajedrez —"jugó partidas simultáneas con los ojos vendados", recuerdan sus compañeros— además de la fotografía y la encuadernación artesanal.

    Era muy querido por su buen humor, su honestidad y espíritu de trabajo. Vivía en Ezpeleta y pasaba sus veraneos en Camet (cerca de Mar del Plata) en una casa que él mismo diseñó.

    Sepp murió el 3 de enero a la tarde y fue inhumado ayer en el cementerio privado Parque de la Gloria.


    29 DE JUNIO 2000

    UNA COMUNIDAD DE UN MILLON Y MEDIO DE INMIGRANTES

    La comunidad boliviana que vive en la Argentina hoy llega al millón y medio de personas. El número es alto, si se tiene en cuenta que Bolivia tiene siete millones de habitantes. El cierre de las minas en Potosí durante la década del 70 fue la causa que trajo al país a los pioneros. Muchos eligieron instalarse en las provincias del norte, por la proximidad a sus tierras. Pero muchos otros optaron por las zonas verdes del Gran Buenos Aires. Allí podrían cultivar sus frutas y sus verduras.

    Hoy sólo en esa zona viven 150 mil bolivianos dedicados al cultivo. Sus productos representan el 86 por ciento de la comercialización. Las historias de todos estos inmigrantes son similares: llegaron sin un peso, trabajaron como peones, después fueron "medieros" (a porcentaje con los dueños), hasta convertirse en propietarios.

    Tan grande es su producción, que hace seis años la comunidad boliviana de Escobar decidió abrir un mercado propio en ese partido. Pero también se asentaron en el sur: sus plantaciones son famosas en Florencio Varela, Berazategui y Ezpeleta.

    Muy distinta es la situación de los bolivianos que llegaron a la Argentina en los últimos años. Se instalaron en la Capital, en zonas del Bajo Flores, la Villa 20, Villa Lugano y Pompeya, donde trabajan en talleres textiles bajo condiciones inhumanas. "Eso ocurre por un falso orgullo boliviano —explica la cónsul, María Esther Suárez—. Les cuentan a los que todavía están en Bolivia que en Argentina se puede ganar plata, pero les ocultan los suplicios y las aberraciones que deben pasar para obtener esos pocos pesos".


    JUEVES 18 DE DICIEMBRE 1997

    ASALTAN UNA PARRILLA


    Un joven de 17 años fue detenido ayer tras asaltar la parrilla El Diablo, que el delantero de Independiente Francisco Panchito Guerrero tiene en Ezpeleta.El chico, cuya identidad no trascendió por tratarse de un menor, manejaba el Volkswagen Gol del futbolista, que horas antes le había robado de su restaurante.La parrilla, ubicada en Florencio Varela y Caracas, fue asaltada a la 1.30 de la mañana por dos ladrones, que robaron a los comensales y huyeron en el auto del jugador con 600 pesos de la recaudación.Los ladrones no reconocieron a Guerrero, quien estaba en ese momento en el restaurante. Lo amenazaron de muerte y le exigieron que les entregara las llaves de su auto, en el cual huyeron.Francisco Guerrero hizo de inmediato la denuncia en la comisaría de Ezpeleta. Comenzó entonces un rastrillaje por la zona, hasta que ubicaron el Volkswagen, que todavía era manejado por los ladrones, en la esquina de Posadas y Florida, a sólo 12 cuadras del restaurante.Luego de una corta persecución el auto terminó en una zanja y su conductor fue detenido por un policía de la comisaría Primera de Quilmes, quien a pesar de estar de franco colaboraba con la investigación. La causa fue caratulada como robo de automotor, robo calificado y tenencia de armas de guerra.